jueves, 8 de noviembre de 2012

Tengo



Tengo la angustia atravesada en mi garganta de pensarte en otros brazos

Tengo las ansias impregnadas en mi ropa vociferando que corra a rescatarte

Tengo tus te amo gritando en mis oídos, tus promesas a flor de piel, tus labios bajando por mi ombligo

Tengo tus gemidos retumbando en mi cabeza y las marcas de tus uñas laceradas en mi piel

Tengo el fantasma de tu cuerpo durmiendo aquí en mi cama, que pernocta en mi almohada, se pierde entre mis sábanas y cobija como ángel de la guarda

Tengo mis te extraño amarrados a la punta de mi lengua, y mi vida hecha pedacitos desde que escapaste por esa puerta

Tengo un corazón traicionero, que me engaña y finge no amarte, que acepta tus palabras aunque sepan a mentira, como látigos de fuego que acrecientan más la herida

Mas no tengo quien gobierne en las noches de tu ausencia, y aunque sé que tengo libertad e independencia, se acaba con una mirada tuya que me subordina al régimen de tu existencia

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